Cuba ha producido saltadores de longitud de primer nivel durante décadas, pero cada vez más atletas abandonan el país por razones políticas o financieras. El reciente medallista de oro Jordan Alejandro Díaz Forton se retiró en 2021 cuando el equipo cubano fue a un campo de entrenamiento en España. Como resultado, se perdió los Juegos Olímpicos de Tokio, pero un año después ya recibió la ciudadanía española. En varias entrevistas culpó a la administración deportiva cubana, diciendo que el sistema deportivo era demasiado complicado y que sus atletas no eran lo suficientemente valorados y no podían mejorar después de un tiempo debido a esto.
Pichardo abandonó un campo de entrenamiento en Stuttgart en 2017 y unos días después se presentó en Portugal, donde recibió la ciudadanía portuguesa a finales de año y compitió por su nuevo país en el Mundial de 2019. Como cubano ganó dos medallas de plata en el Mundial y como portugués ya había ganado los Juegos Olímpicos y el Mundial.
Andy Díaz Hernández integró el equipo olímpico cubano en Tokio, pero no compitió por lesión. Fue entonces cuando decidió intentar realizarse en otro lugar, por lo que eligió Italia.
Un relato de un caso peculiar. Télex Notas: Lázaro Martínez, cubano de origen cubano, finalizó octavo en la final de París con 17,34m.
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