La situación de las chinches en París ha empeorado y la organización de los Juegos Olímpicos ya está amenazada por los vampiros

En París hay una crisis de chinches: los insectos chupadores de sangre habían desaparecido en gran medida de la vida cotidiana en los años 50, pero han regresado en las últimas décadas y se han vuelto cada vez más resistentes a los productos químicos. En la capital francesa Ahora la situación se ha deteriorado hasta el punto que…

Las chinches también han aparecido en el transporte público, en los trenes de alta velocidad y en el aeropuerto Charles de Gaulle.

A los pasajeros les gusta publicar sus videos de vampiros deambulando por los asientos, enfureciendo a otros pasajeros y de políticos gritando, prometiendo acción y convocando grupos de trabajo.

El ayuntamiento de París dice que la plaga de insectos chupadores de sangre debe abordarse antes de los Juegos Olímpicos del próximo año, y el ministro de Transportes pidió a las compañías de trenes y autobuses que impidan que los insectos se reproduzcan en los asientos de sus vehículos.

Además del transporte, este verano también aparecieron bichos en los cines, pero no en las pantallas (aunque quizás también allí, pero no así), sino en las sillas. Las empresas cinematográficas se vieron obligadas a tranquilizar a los visitantes con avisos de que las butacas habían sido tratadas con materiales antibacterianos.

Representantes del municipio de París han escrito a la primera ministra Elisabeth Bourne solicitando la creación de un grupo de trabajo especial contra los insectos. El Ministro de Transporte dijo que se reunirá con los operadores de transporte público la próxima semana para informarles sobre las medidas de control de plagas planeadas por el gobierno y cómo pueden hacer más para proteger a los pasajeros. El teniente de alcalde de París, Emmanuel Gregoire, afirmó en televisión:

«Nadie está a salvo. Podemos recoger insectos en cualquier lugar, llevárnoslos a casa y no notarlos hasta que se reproduzcan».

Según Gregoire, las autoridades parisinas reciben cada vez más informes y también han aumentado las solicitudes de empresas privadas que se ocupan de la desinfección y el exterminio. En el peor de los casos, están las familias de bajos ingresos que no pueden pagar a las empresas privadas. Según datos de la Agencia Nacional de Salud francesa, ANSE, entre 2017 y 2022, el 11 por ciento de los hogares franceses estaban infectados.

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La chinche (Cimex lectularius) es una especie perteneciente al orden Hemiptera del orden Insecta, incluido el suborden Heteroptera y la familia Cimicomorpha. Originalmente era un ectoparásito de los murciélagos, pero más tarde se convirtió en un chupasangre de los humanos y de algunos animales domésticos (como las aves de corral y las palomas domésticas). Es una plaga doméstica muy extendida por todo el mundo y que causa muchos problemas. Las chinches miden entre 5 y 7 mm de largo. El ejemplar maduro es de color marrón y su cuerpo está cubierto de pelo fino. La dieta del insecto se compone exclusivamente de sangre del huésped. El exterminio de chinches requiere precisión y preparación, ya que la plaga a veces es resistente a los piretroides sintéticos utilizados en el exterminio. (Wikipedia)

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