El líder de Chechenia está orgulloso de que su hijo de 15 años haya golpeado a un hombre que quemó el Corán

Ramzan Kadyrov en una reunión en Moscú en abril – Fotografía: Alexander Astafyev/Sputnik/Reuters

El líder checheno Ramzan Kadyrov admitió en una publicación en la aplicación Telegram que su hijo había golpeado previamente a Nikita Juravil, quien fue acusada de quemar el Sagrado Corán, informó MTI.

«Lo golpeó e hizo lo correcto. Además, creo que cualquiera que ataque las Sagradas Escrituras de cualquier manera, incluso quemándolas ostensiblemente, y ofenda así a decenas de millones de ciudadanos de nuestro gran país, debe ser severamente castigado».

Dijo que estaba orgulloso de las acciones de su hijo y respetaba su decisión. También compartió un vídeo de seis segundos de Adam Kadyrov, de quince años, golpeando y pateando a Nikita Zhuravil en una oficina.

Zhuravel fue acusado anteriormente de un delito según el segundo punto del artículo 148 del Código Penal ruso, es decir, un acto público que expresa una clara falta de respeto hacia la sociedad y tiene como objetivo ofender los sentimientos religiosos de los creyentes. Según la Fiscalía General, el Servicio de Seguridad de Ucrania le ofreció 10.000 rublos -unos 39.000 florines húngaros al cambio actual- a cambio de quemar el Sagrado Corán de la religión islámica frente a la Gran Mezquita de Volgogrado y filmar una video. Grábalo.

El acusado fue entregado desde Volgogrado al Departamento de Investigación del Comité de Investigación de la República Chechena de la Federación de Rusia para su posterior investigación y en mayo fue trasladado al centro de detención preventiva de Grozny.

Kadyrov había provocado al niño de 13 años mientras recogía fresas hace dos años. Se suponía que Adam tuvo una pelea a puñetazos con el blogger Tumzo Abdurakhmanov, porque una vez lo llamó despido, en referencia a su exceso de peso. Kadyrov dijo que si Abdurakhmanov pudiera derrotar a su hijo, renunciaría al liderazgo de Chechenia.

READ  POLITICO: Ucrania es tan reservada que ya ni siquiera confían en sus aliados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio