Así es como puede hacer ejercicio de forma segura con una enfermedad cardíaca: tiene un efecto asombrosamente bueno en el sistema vascular – salud

La actividad física es esencial para mantener una buena salud, ya que el ejercicio regular puede prevenir y tratar muchas enfermedades de los órganos.

Puede ayudar, entre otras cosas, a fortalecer el sistema cardiovascular, normalizar la presión arterial y mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos. Sin embargo, puede surgir la pregunta de si puede hacer ejercicio y, de ser así, cómo debería participar en el movimiento cualquier persona que padezca o tenga alguna enfermedad cardíaca.

Deporte y salud cardíaca

Se sabe y se acepta desde hace mucho tiempo que cualquier persona que hace ejercicio con regularidad tiene más probabilidades de evitar enfermedades cardiovasculares, ya que el ejercicio diario, además de ayudar a controlar el peso, normalizar la presión arterial y reducir el colesterol, también es beneficioso para combatir el estrés.

Sin embargo, los beneficios del esfuerzo físico constante para las personas con problemas cardíacos eran cuestionables hasta hace unos años, e incluso a aquellos con este tipo de enfermedad a menudo se les prohibía explícitamente el ejercicio diario. Ahora se ha demostrado que el ejercicio regular puede contribuir en gran medida a evitar las exacerbaciones de enfermedades cardiovasculares preexistentes y, en particular, puede ayudar en la recuperación y reducir los factores de riesgo.

Los efectos positivos del ejercicio en los pacientes cardíacos

En Hungría, en 2019, casi 65.000 personas perdieron la vida a causa de algunas enfermedades circulatorias, y esta cifra no es menos del 50% de todas las muertes. Según datos locales, la hipertensión afecta con mayor frecuencia al 25% de la población adulta, el número de pacientes con insuficiencia cardíaca oscila entre 250 y 300.000, y cada año se diagnostican entre 30 y 35.000 nuevos casos. La cooperación del paciente también juega un papel muy importante en la efectividad del tratamiento de la enfermedad, por lo tanto, además de la medicación, es importante seguir las recomendaciones de estilo de vida, incluido el ejercicio, prescrito por los médicos.

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Por ejemplo, varios estudios han demostrado que los pacientes que se someten a rehabilitación basada en ejercicio después de un ataque cardíaco tienen una tasa de mortalidad reducida en un 20-25%, y el ejercicio regular puede aumentar su frecuencia cardíaca hasta en un 20%. En personas con insuficiencia cardíaca. Sin embargo, en el último caso, se requiere mucho cuidado, ya que el corazón no puede retener suficiente sangre para funcionar debido a la función reducida de la bomba debido a la insuficiencia cardíaca. El síntoma más común de esta enfermedad es la dificultad para respirar y, en los casos más graves, una sensación de asfixia, que puede ocurrir en reposo, sobre todo con poca carga. Además, los pacientes con insuficiencia cardíaca tienen una mayor probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, por lo que el ejercicio solo se puede realizar en condiciones muy estrictas y bajo supervisión constante.

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Primeros pasos

Sin embargo, el ejercicio puede ser especialmente riesgoso para las personas con enfermedades cardiovasculares, por lo que deben ser cuidadosos y vigilantes y no deben incluirse en la rutina diaria hasta después de un chequeo médico exhaustivo, un consejo médico y un seguimiento regular. La evaluación de la condición médica consta de varios controles, un ECG Holter de 24 horas, un ECG de esfuerzo, más una ecografía del corazón y, en su caso, una prueba de esfuerzo, cuyos resultados se pueden analizar para determinar la condición y la carga en el corazón de la persona.

El artículo continúa después de la recomendación.

En base a los resultados y la historia clínica, el ejercicio se puede desarrollar en base al principio de gradiente, el plan de entrenamiento y la intensidad, duración y límites del embarazo. Los ejemplos de ejercicio incluyen caminar, andar en bicicleta, nadar, trabajar en el jardín y cualquier forma de ejercicio que sea divertido y no estresante para el paciente. Sin embargo, en todos los casos es necesario un seguimiento periódico, ya que es la única forma de reducir la probabilidad de daños permanentes a la salud.

Opciones de tratamiento

Desarrollar un estilo de vida activo y saludable y tomar precauciones puede ayudar a evitar problemas cardiovasculares, pero en el caso de una enfermedad, además de los dispositivos ventriculares implantables, ahora hay una serie de opciones de tratamiento innovadoras disponibles para los afectados. Estos incluyen medicamentos que mantienen la comodidad y la calidad de vida del paciente.

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Es importante consultar a su médico incluso en el caso de síntomas que parezcan insignificantes, ya que la detección temprana de la enfermedad y la determinación del método de tratamiento adecuado pueden reducir significativamente las posibilidades de daños permanentes a la salud.

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Aunque la predisposición genética también juega un papel, el riesgo de enfermedad cardíaca se puede reducir mediante cambios conscientes en el estilo de vida.

(Fuente de la imagen: Getty Images Hungría)

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